Preparación física para el Camino de Santiago

Con el cuerpo y la mente en forma serás menos proclive a sufrir alguna lesión, tendrás menos probabilidades de tener que abandonar o de venirte abajo a mitad del Camino. Y al llegar a Santiago de Compostela sentirás que nunca volverás a vivir nada igual.

Planifica tu entrenamiento. ¿Hay que entrenar con antelación para hacer el Camino de Santiago? Como te decíamos no se trata de hacer un training estricto. Pero sí ir cogiendo ritmo y de habituar el cuerpo. Ten en cuenta que si estás en baja forma a la hora de hacer el Camino, la Ruta se convertirá en un suplicio cuando debería ser un disfrute.

1. Empieza dos o tres meses antes. Lo ideal es empezar a hacer actividad física unos dos o tres meses antes. Al principio, unos tres días a la semana e ir aumentando poco a poco hasta hacerlo de forma habitual. Los expertos recomiendan empezar caminando una hora al día, por ejemplo, e ir aumentando gradualmente en tiempo y dificultad.

2. Elige el Camino que se adapte a tus necesidades. El Camino de Santiago que elijas será también muy importante a la hora de prepararlo. Tu resistencia deberá ser mayor a medida que las etapas del Camino sean más. No es lo mismo hacer el Camino Francés desde Saint Jean Pied de Port que hacerlo desde Sarria.

Lo más importante es escuchar lo que tu cuerpo necesita y adaptar el entrenamiento a tus necesidades. No te metas una paliza un día y estés cinco sin ir a caminar porque no puedas levantarte de cama. Ve progresivamente, introduciendo diferentes tipos de esfuerzo y dificultad (pendientes, desniveles…), así como varias superficies: monte, asfalto…

3. Mochila, ¿sí o no? Las últimas semanas de entrenamiento, incorpora la mochila que vas a llevar al Camino. Así te acostumbrarás a caminar con peso y con la mochila cargada a la espalda.

Si ves que no puedes cargar o que te complicará el Camino, recuerda que siempre puedes hacer uso del Paq Mochila, nuestro servicio diario de transporte de equipajes de alojamiento en alojamiento.

Reconocimiento médico. No es imprescindible. Pero si tienes una edad avanzada o alguna patología crónica, te recomendamos que antes de partir hagas un reconocimiento médico. Pasarás días e incluso semanas caminando a diario, sometiendo a tu corazón, articulaciones y músculos a un esfuerzo notable. Es mejor que empieces tu Camino de Santiago tranquilo.

Realiza ejercicios físicos complementarios. Además de salir a caminar, es recomendable completar el entrenamiento con ejercicios de elasticidad y tonificación para que los músculos estén preparados durante el Camino de Santiago, lo que evitará lesiones.

Ten en cuenta que algunas de las lesiones más comunes son tendinitis, sobrecargas musculares o esguinces. Cuanto mejor preparado tengas el cuerpo, mejor.

Estira antes y después de caminar. Los estiramientos son fundamentales durante el entrenamiento y a lo largo del propio Camino, antes y después de cada etapa. Es especialmente importante estirar gemelos, isquiotibiales y cuádriceps, ya que las piernas serán las que más sufran las temidas agujetas. Pero no te olvides de los demás músculos y articulaciones.

Cómo entrenar para el Camino de Santiago en bici. Si vas a hacer el Camino sobre dos ruedas, los consejos son los mismos. Dependerá de lo habituado que estés a salir en bicicleta pero, al igual que si es a pie, deberás empezar a entrenar unos dos o tres meses antes para que el cuerpo se vaya adaptando a la bici.

Es recomendable que empieces en llanos y vayas incorporando desniveles y subidas, además de diferentes terrenos. En los últimos días también debes incorporar las alforjas si vas a hacer el Camino de Santiago con ellas.

Esperamos que estos consejos de cómo preparar el Camino de Santiago os resulten útiles. Y si tenéis algún truco que os hay resultado muy útil en vuestra peregrinación a Santiago, no dudéis en compartirla. ¡Buen Camino!

* Miguel Ángel Gómez es el autor de la fotografía que ilustra el artículo.