Consejos para hacer el Camino
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El Camino de Santiago es una experiencia maravillosa que todo peregrino debería vivir al menos una vez en su vida. Pero todo peregrino debe saber que el Camino también es exigente e implica un esfuerzo físico que a veces acaba mal.
Las ampollas son una de las consecuencias más comunes pero no las únicas. Sobrecarga muscular, tendinitis, esguinces o golpes de calor son algunas dolencias muy comunes en el Camino de Santiago. Hoy te explicamos por qué se producen y te damos algunos consejos para tratar de evitarlas.
Ampollas, compañeras de Camino
Los pies de un peregrino son su bien más preciado. Y las ampollas, las más temidas compañeras de Camino. ¿Por qué aparecen las ampollas y las rozaduras? Hay varios factores como el roce de los calcetines y de los zapatos en la piel. Aunque también son decisivos el sudor, la humedad y el calor.
Cada peregrino tiene su propia fórmula para evitar las ampollas. Pero hay algunos consejos universales que te ayudarán.
Por ejemplo, es importante que no cargues mucho tu mochila (a menor peso, menor esfuerzo y menos rozaduras). En general, se recomienda que la mochila no pese más del 10% de tu peso, siendo las más utilizadas las de 35-40 litros. Y si no puedes o prefieres no cargar con la mochila, recuerda que ponemos a tu disposición el Paq Mochila.
Muchos peregrinos también recomiendan untar los pies con vaselina para evitar las rozaduras. También es importante que utilices calcetines sin costuras y que favorezcan la transpiración. Y nunca, nunca, nunca estrenes calzado en el Camino.
Tan importante como las medidas que tomes durante la etapa es lo que hagas después. Al llegar al albergue, limpia, seca e hidrata los pies. Descansa y utiliza sandalias o calzado suelto.
¿Y si a pesar de todas la precauciones me salen ampollas? Te recordamos que en la mochila incluyas un pequeño botiquín con gasas y esparadrapo, tiritas, desinfectante, aguja e hilo quirúrgico.
Sobrecarga muscular
Con el paso de los días, los músculos de las piernas y tu espalda empezarán a resentirse. De nuevo es importante no cargar mucho peso, especialmente si tu Camino se prolonga durante muchas jornadas seguidas, y hacer descansos de forma regular. Con estiramientos y breves masajes en las zonas más sensibles.
Igual de importante es hacer unos correctos estiramientos de piernas, tronco y brazos antes y después de cada etapa.
Ten en cuenta que la sobrecargar muscular puede provocar lesiones más importantes como esguinces, fracturas, tendinitis o fascitis.
Tendinitis
Entre las lesiones más frecuentes entre los peregrinos que realizan el Camino de Santiago encontramos la tendinitis. Ya sea a pie o en bici, tus tendones pueden debilitarse al realizar un determinado esfuerzo o sobrecarga.
Por eso, si durante tu trayecto notas que tus músculos empiezan resentirse, no dudes en disminuir el ritmo. Recuerda que lo importante no es la meta, sino el Camino y que lo más importante es disfrutar de la experiencia.
Los antiinflamatorios y los analgésicos también serán de gran ayuda. Y si el dolor persiste, para. El Camino siempre estará ahí para ti.
Fotografía de Comunidad Vida Sana
Mareos y golpes de calor
Con la llegada de las altas temperaturas, los mareos y golpes de calor comienzan a ser frecuentes entre los peregrinos.
Es muy importante protegerse siempre del sol (lleva crema solar, gafas de sol y cubre tu cabeza con un gorro) y combatir el calor con ropa fina y transpirable. Hidratarse también es fundamental. Es recomendable beber agua de forma frecuente o, como mínimo, cada dos horas.
Hay peregrinos que pueden llegar a sufrir mareos a causa de la fatiga. Aunque esta molestia depende mucho de la condición física de la persona y del ritmo que lleve, es importante mantener una correcta hidratación y alimentación durante todo el Camino.
Fotografía de Belén Gimeno Cebrián
Esperamos que estos sencillos consejos os ayuden disfrutar al máximo el Camino de Santiago. Aprovechamos para recordaros que si necesitáis ayuda, Correos pone a vuestra disposición sus servicios para el peregrino, además de más de 150 oficinas a lo largo de las diferentes Rutas. ¡Cuidaos mucho y Buen Camino!
*La imagen que ilustra este artículo es autoría de Lucas Corral.
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