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Consejos para cuidarte en el Camino de Santiago

Consejos para hacer el Camino

Consejos para cuidarte en el Camino de Santiago

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10-10-2019

Correcta hidratación, buen calzado, dormir bien, cargar con lo esencial... y disfrutar de la experiencia, de la Ruta y de la gente que te encuentras en él. Estos son algunos de los muchos y muy variados consejos sobre cómo cuidarse en el Camino de Santiago.

Hemos recopilado todas vuestras recomendaciones sobre cómo prepararnos antes de empezar nuestra peregrinación, qué cuidados son necesarios en nuestro día a día mientras caminamos y qué debemos hacer tras concluir nuestro Camino.

Así, en la próxima Ruta Jacobea podremos ponerlos en práctica y llegar a Santiago mejor que nunca.

Cuidados antes de empezar el Camino

Los cuidados en el Camino de Santiago no empiezan cuando estamos en él. La preparación previa es casi tan importante como disfrutar de la experiencia. Así nos lo recuerda Mari Munín: “El mejor consejo para cuidarse en el Camino de Santiago es entrenar antes de hacer el Camino. Es difícil hacerlo para quien no está acostumbrado a andar”.

No se trata de prepararse para correr una maratón. Pero sí es recomendable salir a andar todos los días para que pies y resto del cuerpo se vaya acostumbrando. Aquí os dejamos algunos consejos para llegar en forma al Camino

La planificación de nuestro Camino de Santiago también es importante. Elegir qué Ruta queremos recorrer y diseñar bien las etapas es muy recomendable. Si es la primera vez, Mari nos recomienda no superar los 20 kilómetros para evitar posibles lesiones que nos lleven a abandonar.

La equipación también es fundamental. Principal consejo: tanto si llevas tu mochila a la espalda como si contratas nuestro Paq Mochila, carga solo con lo imprescindible. “Hay que ser lo más minimalista posible para llevar una mochila ligera. No cargar con maquillaje ni cosas sin las que se puede vivir esos días”, asegura Katherine.

Si decides caminar con tu mochila, Mari nos recomienda llevar una ligera con una dos o tres mudas, ya que hay lavadoras en casi todos los albergues y ahora lavanderías en prácticamente todos los pueblos.

Además, es indispensable llevar un buen calzado, a ser posible impermeable, y nunca estrenarlo en el Camino. Así evitaremos heridas, ampollas y otro tipo de lesiones que pueden interrumpir e incluso impedir nuestra peregrinación o hacerla mucho más difícil. 

Para profundizar más sobre qué debemos llevar en la mochila, aquí os dejamos unas recomendaciones con los imprescindibles.

Cómo cuidarse durante el Camino

Con todo listo, toca arrancar el Camino. Y etapa a etapa está claro que los cuidados deben ser mayores. El objetivo último no es otro que acabar el Camino de Santiago como lo que es: una experiencia única y enriquecedora. No que se convierta en un infierno lleno de dolores, sufrimientos y lesiones.

Los pies son una de la partes del cuerpo en las que tendremos que extremar atenciones. María nos recomienda usar deportivos de montaña, que pesan menos que las botas, usar calcetines de algodón para que no suden tanto los pies y por las noches lavarlos con agua y sal para desinfectar y calmar. A continuación, hidratarlos bien.

Gema es de la misma opinión: “Cuidar tus pies antes, durante y después del Camino es el mejor consejo. Son nuestro sustento y se merecen todos los mimos. Una buena hidratación antes y después de caminar, un buen calzado junto a un buen calcetín y agua fría en los pies cuando finalice la etapa”.

Muchos peregrinos aconsejan untar los pies con vaselina antes de empezar a caminar y después. Pero Elisabeth Prades nos recomienda usar Vicks Vaporub: “Tanto durante la jornada como después de ella, tendréis un descanso relajante masajeando los pies. Además, a mí me funciona como relajante muscular”. Pablo Faro, por su parte, nos recomienda después de la ducha frotarse los pies y rodillas con alcohol de romero. Es antiinflamatorio, calmante, refrescante y su aroma ayuda a relajar la mente.

Una buena hidratación, dormir bien –siempre que los ronquidos de los compañeros de litera nos dejen o, en su defecto, llevar unos buenos tapones- y comer adecuadamente son algunos de los imprescindibles para cualquier peregrino. “Yo aprovecho el agua, ya sea río o fuente, para refrescarme y así recuperar fuerzas para seguir.

"Vale la pena pararse”, nos dice Elizabeth. Y es que, como apunta Cris, lo mejor es “escuchar a tu cuerpo”. Y si hay que parar, se para. También es muy importante mantener la piel protegida del sol –y del frío- e hidratada, así como estirar antes de empezar a andar y al finalizar la etapa.

Cuidados para la mente y el espíritu

Además de los cuidados físicos, nos habéis dado cuidados para el espíritu muy importantes. “Elegir bien la compañía. Es importante compartir momentos tan bonitos de nuestra vida con personas importantes para nosotros, que nos apoyen en el Camino y nos hagan saber que podemos”. Esta es la gran recomendación de José Andrés Padilla, nuestro ganador de Instagram.

Por su parte, Mari nos recomienda llevar un cuaderno en el que anotar los lugares visitados, los paisajes, las anécdotas, los sentimientos… “El Camino de Santiago es una experiencia tan enriquecedora en lo humano y en lo espiritual que siempre quedan ganas de repetir”, asegura.

Para acabar con esta lista de cuidados, nos quedamos con las palabras de Sofi, que acompañarán al peregrino en su Ruta hacia Santiago: “No importa mucho de dónde salgan nuestros primeros pasos, no importa que estén casados de lo andado en la vida, no importa si la piel resistirá mejor o peor, lo importante es que nos da la vida caminar y aunque lo terminemos nunca sentimos que se acabe. Y volvemos. Y mejores”.


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