Lugares del Camino
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El Camino Olvidado es una de las rutas de peregrinación a Santiago más antiguas. También conocido como Camino Viejo o Camino de la montaña, este itinerario atraviesa parte del norte peninsular para unirse en el Bierzo con el Camino Francés para llegar a Galicia.
Tierras vascas, burgalesas, cántabras, palentinas y leonesas son el escenario de este Camino lleno de una extraordinaria belleza y naturaleza en estado puro que quedó en el olvido con la popularización del Camino Francés.
Con la llegada del siglo XXI, asociaciones y entidades apostaron por poner en valor este Camino Olvidado. La recuperación de su itinerario original ha llevado a marcar una veintena de etapas, realizar su señalización y promover la apertura de albergues u otros establecimientos en las localidades por las que pasa.
Hoy os contamos el origen de esta Ruta Jacobea y los esfuerzos que han llevado a volver a poner en el tablero jacobeo el Camino Olvidado.
De las Rutas Jacobeas más antiguas
El Camino Olvidado es una de las rutas jacobeas más antiguas. Según las referencias de las que se tiene constancia, esta Ruta fue usada entre los siglos IX y XII para atravesar la Península y llegar a la tumba del Apóstol.
El Camino Olvidado se convierte así en uno de los itinerarios primigenios de peregrinación a Compostela junto con el Camino Primitivo (desde Oviedo) y el Camino del Norte (desde Irún). Al igual que estas dos rutas, el Camino Olvidado permitía a los peregrinos cristianos de la Península y de Europa llegar a Santiago esquivando territorio musulmán.
A medida que la Reconquista fue avanzando por el territorio peninsular, los peregrinos fueron abriendo nuevas vías hacia Santiago. El Camino Olvidado evita los numerosos inconvenientes de la franja cantábrica, caracterizada por una meteorología casi siempre adversa, una orografía complicada y constantes ataques piratas.
Desde sus inicios, este Camino suponía la continuación desde Los Pirineos para adentrase por antiguas calzadas romanas y vías históricas de comercio que transcurrían por las Merindades burgalesas, el sur de Cantabria, la montaña palentina y leonesa hasta llegar al Bierzo.
La popularización del Camino Francés en el siglo XII, especialmente tras la publicación del Códice Calixtino, llevó a esta Ruta a quedar en el olvido hasta hoy en día.
Veinte etapas desde el País Vasco a León
Partiendo de diferentes investigaciones históricas, varias Asociaciones de Amigos del Camino han trabajado en recuperar el itinerario del Camino Olvidado. Aunque cada peregrino debe adaptar la Ruta a sus necesidades y condiciones físicas, el enorme esfuerzo de estas entidades ha dado lugar a un trazado con unas 20 etapas.
El punto de inicio se sitúa en Bilbao, capital del País Vasco, para terminar 20 etapas después en Villafranca del Bierzo, en el límite entre León y Galicia.
Compartimos con vosotros la clasificación realizada por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Vizcaya, trabajo liderado por Adolfo Diego de Miguel.
Etapa 1. Bilbao – Gueñes. 25 Km.
Etapa 2. Gueñes – Nava de Ordunte. 26 Km.
Etapa 3. Nava de Ordunte – Espinosa de Los Monteros. 35 Km.
Etapa 4. Espinosa de Los Monteros – Pedrosa de Valdeporres. 31 Km.
Etapa 5. Pedrosa de Valdeporres – Arija. 28 Km.
Etapa 6. Arija – Olea. 33 Km.
Etapa 7. Olea- Aguilar de Campoo. 29 Km.
Etapa 8. Aguiar de Campoo – Cervera de Pisuerga. 30 Km.
Etapa 9. Cervera de Pisuerga – Guardo. 38 Km.
Etapa 10. Guardo – Puente Almuhey. 15,3 Km.
Etapa 11. Puente Almuhey – Cistierna. 18,5 Km.
Etapa 12. Cistierna – Boñar. 21,3 Km.
Etapa 13. Boñar – La Robla. 27 Km.
Etapa 14. La Robla – La Magdalena. 16 Km.
Etapa 15. La Magdalena – Riello. 14 Km.
Etapa 16. Riello – Fasgar. 28,3 Km.
Etapa 17. Fasgar – Igueña. 19 Km.
Etapa 18. Igueña – Labaniego. 19 Km.
Etapa 19. Labaniego – Congosto. 18,5 Km.
Etapa 20. Congosto – Cabañas Raras. 22,1 Km.
Etapa 21. Cabañas Raras – Villafranca del Bierzo. 16,1 Km.
Como sucede con todas la Rutas Jacobeas, este recorrido cuenta con variantes y trazados alternativos. Por eso, también queremos compartir con vosotros el trabajo realizado por la Junta de Castilla y León para recuperar este trazado. Accediendo a la página web www.caminoolvidado.com podéis ver el mapa del Camino Olvidado, con sus etapas marcadas, mapas de nivel, dificultad y todos los recursos existentes en cada localidad.
Desde Villafranca del Bierzo, el peregrino que quiera finalizar su Camino de Santiago en Compostela solo tiene que seguir las etapas restantes del Camino Francés. Son un total de 8 etapas que discurren por tierras gallegas hasta la Catedral de Santiago.
Buena señalización aunque escaso alojamiento
La recuperación del Camino Olvidado es posible gracias al esfuerzo de diferentes entidades que se han unido para trabajar por el mismo cometido: poner en valor esta Ruta Jacobea. Además de la Asociación de Vizcaya, cabe destacar el apoyo de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León ‘Pulchra Leonina’, así como a entidades no jacobeas como la Asociación de Turismo y Desarrollo del Bierzo Alto y la propia Junta de Castilla y León.
Todo este esfuerzo ha permitido la completa señalización del trazado, que combina las tradicionales flechas amarillas con balizas propias. También se ha avanzado mucho en los servicios que se ofrecen al peregrino.
No obstante, el alojamiento sigue siendo escaso, ya que solo existen dos albergues de peregrinos: el de Cistierna y el de La Robla. No obstante, desde las asociaciones aseguran que la proliferación de casas rurales a lo largo del recorrido posibilitan la peregrinación por el Camino Olvidado.
Al Camino Olvidado también se le conoce como Camino de la montaña. No en vano, la orografía del terreno es complicada, especialmente en la primera mitad del trayecto. Aunque no hay tramos especialmente empinados, la orografía del terreno obliga al peregrino a un mayor esfuerzo.
Pero al igual que pasa con el Camino Primitivo, el esfuerzo tiene recompensa. El Camino Olvidado permite descubrir un patrimonio artístico impresionante, además de unos paisajes de enorme belleza. Poblaciones de gran importancia como Espinosa de los Monteros, Aguilar de Campoo o Villafranca del Bierzo se combinan con paisajes montañosos y naturaleza en estado puro.
La escasa afluencia de peregrinos le da un plus a este Camino en el que si bien no se vive el espíritu jacobeo como el Francés, se puede disfrutar de una gran tranquilidad.
Si habéis recorrido el Camino Olvidado os invitamos a compartir con nosotros vuestra experiencia. Y si aún no lo habéis probado, no dudéis en tener en cuenta esta Ruta Jacobea a la hora de elegir itinerario. ¡Buen Camino!
* La foto que ilustra este artículo es autoría de Mari Ángeles Martínez Mingueza.
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