Camino de Santiago de Levante y Sureste

La Federación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago de Levante y Sureste, así como las distintas Asociaciones de Amigos del Camino, llevan años trabajando por el reconocimiento de estas Rutas.

A principios del año 93, las asociaciones de Valencia y de Alicante, pusieron todo su empeño en enlazar, las costas levantinas con Santiago de Compostela. Fruto de ellas, nacieron la guía del Camí de  Llevant, en Valencia, y la guía del Camino Alicantino en Alicante.

Posteriormente y gracias al trabajo de Manolo Aliaga, que descubrió el Repertorio de Caminos de Pero Juan Villuga (año 1546),  el Camino se recondujo, por los caminos y poblaciones nombradas por dicho Cartero Real Valenciano en su Repertorio, quitando la totalidad del anterior trazado por carreteras y reorientándolo a los Viejos Caminos históricos y Caminos Reales.

En agosto de 2009 la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de la Comunidad Valenciana, logró la declaración del Camino de Levante como sendero de Gran Recorrido (GR) en las cuatro primeras etapas que discurren por la provincia de Valencia. Estando en su tramitación en el resto de las Comunidades Autonómicas por las que discurre, lo que permite consolidar el trazado y conseguir mayor proyección pública. Ahora, desean también obtener la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para impulsar su difusión.

Hoy os contamos el origen, trazado y características de estas Rutas Jacobeas que unen el Mediterráneo con el Atlántico.

Camino de Levante

El Camino de Levante a Santiago une Valencia con Santiago de Compostela a través de más de 1.200 kilómetros (algo más de 800km hasta Zamora), que llevan al peregrino a atravesar hasta cinco comunidades autónomas diferentes.

El origen de esta Ruta se remonta a tiempos muy antiguos. Durante la Edad Media, el puerto de Valencia -territorio perteneciente al Reino de Aragón- fue uno de los puntos de conexión más importantes con los países del arco mediterráneo.  Peregrinos procedentes de Nápoles, Sicilia o Baleares, e incluso Roma, Jerusalén y Palestina, llegaron durante siglos a la Península por este puerto. Y desde allí se trasladaban a Santiago siguiendo una parte de la Vía Augusta romana o, según el Repertorio de Caminos de Juan Villuga, por el Camino de la Lana.

Los numerosos hospitales que se crearon a lo largo de este trazado son un claro indicador de que esta ruta fue muy transitada. Sin ir más lejos, en Valencia, existieron desde el siglo XIV diversas órdenes e instituciones relacionadas con el Camino de Santiago y hasta 13 hospitales de peregrinos.

Desde el año 1993, el Camino de Levante fue recuperado y señalizado en todo su recorrido por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de la Comunidad Valenciana.

Tras salir de Valencia, el primer tramo del Camino de Levante recorre parte de la Vía Augusta, que fue la calzada romana más larga de España. El siguiente tramo discurre ya por Castilla La Mancha, donde atravesará las provincias  de Albacete, Cuenca y Toledo para continuar por Madrid, Valladolid y Zamora, coincidiendo en muchas de sus etapas con el  Camino del Sureste.  Al llegar a Zamora, el peregrino puede elegir entre dirigirse a Santiago por el Camino Francés vía Astorga por la Vía de la Plata o por el Camino Sanabrés desde Granja de Moreruela. En la página de la Federación o de la Asociación de Valencia podéis ver todas las etapas detalladas.

Camino del Sureste

El Camino del Sureste parte de Alicante e inicia un recorrido de unos 1.000 kilómetros hasta Santiago de Compostela (780 km hasta Benavente).

El Camino del Sureste es un trazado histórico, que aparece ya descrito en su totalidad en la primera obra escrita sobre los caminos e itinerarios de España (siglo XVI), autoría de Pedro Juan Villuga. Así como el puerto de Valencia fue durante la Edad Media el puerto del Reino de Aragón, el de Alicante lo era el de Castilla: “Los puertos de Cartagena y Alicante en la época de los reinados de Carlos I y Felipe II eran los puertos relacionados con los asuntos italianos”.

Ya en 1271, el rey Alfonso X El Sabio lo declara “puerta y llave de los reinos de Castilla”, en el sentido de señalar el lugar de la costa marítima donde habrían de recaudarse, en el futuro, todos los derechos reales obligatorios proveniente de las transacciones comerciales. Aunque no se tiene certeza de la fecha en la que se iniciaron las peregrinaciones desde Alicante, hay indicios de que a partir del siglo XIII los peregrinos partían de la Iglesia de Santa María hasta la tumba del Apóstol.

El Camino del Sureste se articula de sureste a noroeste desde su comienzo en la ciudad de Alicante a 1049 kilómetros de Santiago de Compostela, atravesando las provincias de Alicante, Murcia, Albacete, Cuenca, Ciudad Real, Toledo, Madrid, Ávila, Valladolid y Zamora. Una vez llegados  a la localidad de Benavente el peregrino puede elegir dos opciones: pudiendo dirigirse hacia Astorga por la Vía de la Plata  y  unirse al  Camino Francés o bien seguir desde Benavente hacia Santa Cristina de la Polvorosa, Villanázar, Sitrama de Tera y Santa Marta de Tera, donde enlaza con el Camino Sanabrés.

Al Camino de Santiago Levante-Sureste llegan varios Caminos que parten de distintas ciudades de la costa mediterránea:

• Desde Granada hasta Ciudad Real, el Camino de San Juan de La Cruz.
• Desde Ciudad Real y hasta Toledo, el Camino Manchego.
• Saliendo de Almería, pasando por Lorca y Caravaca hasta Toledo, el Camino del Argar.
• Desde Cartagena y Murcia para llegar a Albacete, el Camino del Azahar.
• Desde Benidorm y hasta Villena, el Camino de Benidorm-La Vila.
• El Camino del Alba, partiendo de Xavia.
• Y el Camino de la Santa Cruz, saliendo de San Clemente, en la provincia de Cuenca.

Ambos caminos, Levante y Sureste, serpentean la Península Ibérica con muchos tramos en común, que se observan de forma gráfica en el Mapa de metro elaborado desde la Federación de Asociaciones del Camino de Santiago Levante-Sureste.

Características de las Rutas

El peregrino que se decante por realizar estos Caminos de Santiago, se encontrará una sorprendente diversidad, tanto de paisaje, como orográfica, cultural o gastronómica. Son caminos de una gran riqueza que ampliará el horizonte jacobeo del peregrino que ya haya transitado por otros itinerarios.

A pesar de que se trata de un camino llano, algunas etapas pueden resultar especialmente duras. La temperatura ayuda en esta circunstancia, con oscilaciones muy importantes entre verano (muy caluroso) y el invierno (con temperaturas muy frías).

En todos los finales de etapa hay albergues de peregrinos, o bien lugares de acogida, y/o establecimientos hoteleros, si bien los servicios en tramos intermedios suelen ser más escasos que en el Camino Francés.

Esperamos haberos ayudado a conocer un poco más estas Rutas levantinas. Y os recordamos que desde cualquiera de las oficinas de Correos de estos Caminos podéis enviar una maleta o bicicleta a Santiago o a cualquier punto de la Ruta con el Paq Peregrino y el Paq Bicicleta respectivamente. ¡Buen Camino!

*La imagen que ilustra este artículo es  autoría de Benjamín Redondo Méndez